CARTAS AL DIRECTOR: Despedida [Iñigo Lasagabaster]

Donostia, 2 de julio de 2006

Queridos amigos y compañeros:

Permitidme un par de líneas de despedida. Como muchos ya sabéis, dejo el Secretariado de Jóvenes para incorporarme al proyecto Trintxer, de Cáritas. Un cambio que espero con alegría y ansiedad.

Sin embargo, quiero decir que los cinco años que he tenido la suerte de trabajar en este difícil mundo de la transmisión de la fe a los jóvenes, han estado llenos de experiencias significativas, la mayoría de gran enriquecimiento personal y de enorme valor evangelizador.

Os escribo estas líneas por tres motivos muy concretos:

En primer lugar, para apuntar que soy consciente de que no siempre he hecho las cosas bien. Quiero, para tranquilizar mi conciencia y para atenuar, si es posible, los inconvenientes que os haya podido causar, pediros disculpas por los fallos cometidos; por las omisiones, por las dejaciones, por las equivocaciones. No las voy a enumerar aquí, pero añadiría que, de al menos algunas, tengo plena conciencia y lógica pesadumbre. Disculpas por tanto, que proceden.

En segundo lugar, para daros las gracias a todos y cada uno de los que habéis puesto vuestra confianza en mi y habéis estado con la pastoral de jóvenes en estos tiempos de crisis evangelizadora. No citaré nombres, pero a cambio sí diré que la experiencia humana que he encontrado en el ámbito diocesano no se puede comparar fácilmente con la de otros ámbitos laborales, bien hablemos de la Administración, o hablemos de la empresa. Me llevo el testimonio de algunas de las personas que he conocido en este tiempo y la convicción de que las relaciones personales se deben establecer con parámetros basados en el desprendimiento, el interés por el otro y la generosidad. Quisiera, de pasada, recordar –recordarme- que, cuando hablamos de nuestra propia familia se nos va la fuerza por la boca, pero que, a la vez y lógicamente, negamos al extraño el derecho a despotricar contra ella. ¿No es la diócesis algo nuestro, algo parecido a una familia? Pues entonces.

En último lugar, quisiera dar la bienvenida a Mikel Iraundegi, nuestro nuevo director del Secretariado de Jóvenes, y pediros que lo acojáis, al menos tan bien como lo habéis hecho conmigo. Es una suerte poder contar con Mikel, porque es un tipo estupendo con una gran preparación. Va a trabajar con ganas, ideas e ilusión y va a ponerse a vuestra disposición desde el primer momento. Os pediría para él, si me lo permitís, un apoyo y una confianza incondicionales.

Un fuerte abrazo, gracias y hasta siempre,

Iñigo Lasagabaster