¿Qué anuncia esta publicidad?

Hay anuncios que sólo explican las cualidades del producto, que se limitan a informar. Otros tratan de azuzar la vanidad del destinatario, o su compasión, o sus deseos de aparentar. Algunas publicidades provocan alegría si sé combinan con una buena melodía; ciertas provocan nostalgia que anima al consumo.


Pero, ¿qué trata de vender la imagen que encabeza esta página? ¿Qué provoca esta fotografía? Puede que sea que compremos la marca de la camisa del muerto. A lo mejor es el vino blanco de las copas o un restaurante con un éxito terrorífico. ¿La próxima exposición de una galería de vanguardia?

Nada de eso.

La imágen es el reclamo de una empresa danesa que se dedica a... el paintball. Es decir, un tipo con la cabeza taladrada por una bala, inerte sobre el plato servido en un restaurante, delante de una pared minimalísticamente gris con los sesos del comensal como única decoración, frente a sus compañeros que continúan comiendo como si tal cosa, sirve para que todo el que quiera matarse de mentira sepa que está en buenas manos en cuanto entra en la página de Internet correspondiente.

La verdad es que tiene sentido.

Benjamín Franklin dejó escrito que "el que compra lo superfluo, pronto tendrá que vender lo necesario". Sin que a nadie le importe la advertencia del político gringo en el mundo en el que hoy vivimos, la publicidad es pues más necesaria que nunca.


Arturo Díaz
PERIODISTA DIGITAL, 23 de abril 2005