Muerte en el estadio del Guimarães (EL PAÍS)

Miklos Feher, el joven delantero húngaro del Benfica, cayó ayer desplomado cuando iba a sacar de banda. El jugador murió en el hospital, tras estar en el césped 15 minutos rodeado de su entrenador Camacho y de compañeros que lloraban a lágrima viva y mientras el público observaba la tragedia en un impresionante silencio. Miklos Feher, delantero húngaro del Benfica portugués, murió ayer tras caer desmayado poco antes del final del partido de Primera División que el equipo dirigido por José Antonio Camacho disputaba en Guimarães frente al Vitoria. La muerte del camerunés Marc-Vivien Foé, de 28 años, el 26 de junio de 2003 en Lyón, se repitió apenas siete meses después con otro futbolista de 24. Un tromboembolismo pulmonar, según fuentes del club, fue la causa que le provocó una parada cardiorrespiratoria. El árbitro del partido le acababa de mostrar a Feher una tarjeta amarilla por una entrada cerca de la banda y cuando el Benfica acababa de marcar por medio de Aguiar el gol que supondría una trágica victoria. Corría ya el tiempo añadido de los 90 reglamentarios. El jugador se retiró del colegiado caminando hacia atrás y sonriendo un tanto irónicamente, quizá por mostrarle la tarjeta. Ya nunca se sabrá. De repente, se le doblaron las piernas, se agachó hacia adelante como si le doliera el pecho y se derrumbó de espaldas. Los futbolistas, que enseguida se dan cuenta de la gravedad de una lesión, pidieron inmediatamente ayuda médica y entonces se temió lo peor cuando algunos se llevaron las manos a la cabeza y otros empezaron a llorar. El jugador fue asistido en el campo por los médicos del Benfica y del Vitoria de Guimarães durante 15 minutos, pero no pudo ser reanimado manualmente. Llovía con fuerza y el equipo desfibrilador no pudo ser usado, al parecer. Feher fue después trasladado al hospital de la ciudad de Guimarães, donde murió. Tras la escena dramática, transmitida en directo por televisión, muchas voces criticaron la demora con que una ambulancia y un equipo médico de emergencia entró en el estadio del Guimarães, inaugurado hace pocos meses y que será uno de los escenarios de la Eurocopa de fútbol que se disputará en Portugal el próximo mes de junio. La ambulancia tardó 15 minutos y la escena del jugador tirado en el campo fue durísima, mientras los médicos, sin equipo de reanimación, le daban masajes cardiacos. Igualmente impresionó la imagen de Camacho llorando al retirarse tras comprobar la inevitable tragedia, mientras los jugadores del Benfica se abrazaban desolados. Los responsables del club aseguraron que el jugador fue asistido según todas las normas, que se hizo todo lo posible para salvar su vida y que, como es normal, la ambulancia entró en el campo después de que fuera solicitado por los médicos que intentaban reanimarlo. La dirección del Vitoria y de la organización de la Eurocopa 2004 aseguraron también que el estadio posee todos los equipos y medios exigidos por la UEFA para atender una situación como ésta. Feher había sido 18 veces internacional con Hungría y llegó al Benfica en 2002 tras pasar por el Oporto, el Salgueiros y el Braga. Margarida Pinto EL PAÍS, 26 de enero de 2004